Paulino Ortellado, la Guitarra emblemática de La Pampa

Hoy Don Paulino Ortellado cumpliría 86 años. Aunque fue anotado formalmente el día 25 de octubre, había nacido el 2 de septiembre de 1934 en El Odre, indica Rubén Evangelista, músico e investigador del cancionero pampeano. Pasó la mayor parte de su niñez en Carro Quemado, donde se había radicado su humilde y numerosa familia -tenía doce hermanos-, y allí pudo terminar la escuela primaria.

Su padre, Ventura Ortellado y su madre, se encargaban de él y sus 12 hermanos…“éramos muy humildes, mi madre nos remendaba a todos” cuenta Paulino. Alrededor de sus 4 años, se mudaron a Carro Quemado – Departamento de Loventué, en la misma provincia – donde se crió e hizo su primaria hasta 6to grado.

En 1951 se estableció en Santa Rosa definitivamente, donde el vínculo con Reynaldo “Sapo” Santa Juliana, un gran referente de la guitarra en la provincia, le acercó conocimientos de música que le harían avanzar en su camino de aprendizaje y conocimiento del instrumento.

“Ya desde entonces en Paulino anidaba una inevitable inquietud creativa que lo impulsaba a investigar en las profundidades más íntimas y sonoras de la guitarra, y cuando tuvo a mano los elementos principales para indagar en ésta, comenzó a cortejarla de un modo creciente y amoroso, hasta lograr la simbiosis soñada por todo intérprete con su instrumento. Y no sólo ocurrió ese idilio feliz, sino que el virtuosismo que asistió a Paulino cada vez que abrazó a su guitarra, propició y legó los sonidos más bellos e inesperados que pueden nacerle a esa madera, sonidos, por otra parte, inescrutables para el común de los ejecutantes, que endulzaron y sedujeron el oído de la gente”, afirma Evangelista.

Escuchen como toca y podrán entender el porqué de su gran arte y de la sonoridad única que supo darle a la guitarra. Algunos lo definen como el más notable músico y guitarrista espontáneo y autodidacta que dio la provincia.

“Trabajaba de albañil, de esquilador, de peón, sin embargo cuando Paulino Ortellado tocaba la guitarra, dibujaba con el alma y las manos le hacían caso”, reflexionó Carlos Loza, trovador pampeano, al recordar al héroe de las seis cuerdas de su provincia, al guitarrista de manos rústicas que logró, como pocos, conmover a la arisca milonga de los desiertos.

Del mismo modo en que el viejo resero mantiene diálogos íntimos con el confín, y que el pupitre de la escuela pueblera custodia la madera de la infancia, Paulino Ortellado descifraba, los ocasos pampeanos con su guitarra de alma de caldén. Las manos de Paulino exhibían las llagas producidas por la cultura de la adversidad, las heridas propias de un virtuoso nacido en el interior del interior, allí donde las cartógrafas soledades marcan fronteras, allí donde la milonga es trabajada por los labriegos de la memoria.

Tres discos

Ortellado no tocó tanto en los escenarios. Fue más bien músico de reuniones de amigos y familiares. Grabó tres discos -“Travesías”, “Hermana milonga” y “Para volver“- y compuso una no muy extensa cantidad de obras instrumentales. Participó en el Cancionero de los Ríos, formó parte del grupo Alpatacal durante una de sus etapas y de Coarte, y se sumó a Guitarras del Mundo, movimiento artístico creado por Juan Falú que contribuyó a hacer visible el talento guitarrístico del interior profundo de Argentina. Paulino descolló notoriamente en ese encuentro en su versión santarroseña.
Acompañó a Julio Domínguez en algunas grabaciones de éste como cantor. Y tocó en encuentros con Guillermo Mareque, Carlos Loza, Julio Aguirre, Juan Falú, Naldo Labrín, Delfor Sombra, Carlos Santa Juliana y sus sobrinos Santiago y Rubén Ortellado, entre muchos otros que lo visitaban constantemente.

“Aunque se quiso, no se pudo entender cómo alguien de manos rústicas como Paulino, fruto del duro oficio de esquilador y constructor, pudiera arrancar tanta y tan dulce sonoridad al instrumento. Eso, sumado a una originalísima forma de armonizar acordes o arpegios y a la vez tocar la melodía, lo erigía en un guitarrista sin par, de una extraña y admirable habilidad en la ejecución”, indica Evangelista.

Todos admiraban el manejo de las bordonas de su guitarra al tocar, y alguna vez los hermanos Enriquez, grandes guitarristas neuquinos, se detuvieron a mirarlo, admirarlo y aprender de él el dominio casi milagroso de sus dedos pulsando las cuerdas bajas del instrumento; Juan Falú también fue cautivado por ese poco común virtuosismo en el manejo de los sonidos graves, que tanto decían y transmitían al oyente, en la percepción del músico tucumano.
Tocó con el guitarrista y compositor académico Aníbal Olié, y en su casa lo visitaron y también tocaron con él los hermanos Martín y Juan Cruz Santa Juliana. Su casa estuvo siempre llena de música, y fue visitada por todos los investigadores que pasaron por La Pampa: Ercilia Moreno Chá, Elena Hermo y Ana Romaniuk, entre otros. Su virtuosísimo se hizo fama en todas partes, y no había quien no quisiera conocerlo personalmente.

Premios

Recibió el Premio Testimonio Edición 1999 – Disciplina MÚSICA 
El Gobierno de La Pampa dispuso, mediante Decreto Nº 2323/96, instituir el PREMIO TESTIMONIO para reconocer el talento y la dedicación de los pampeanos que, a través de sus trayectorias de vida, se han destacado en diversas disciplinas. Inicialmente fue de entrega bianual, pero otro decreto, el Nº 1234 del año 2001, modificó el anterior disponiendo que sea otorgado cada cuatro años.

Homenaje a Paulino en las redes

En el año 2011 le propuse a familiares de Paulino crear una página de Facebook en su homenaje. Pueden visitarla en el siguiente link y pasar a dejarle un mensaje: https://www.facebook.com/PaulinoOrtellado

Libros

En el año 2013  Carlos Loza presentó el libro denominado “Paulino Ortellado. Travesía”, publicado por la CPE, a través de su editorial Voces.

“Es un libro de partituras escritas por mí, basado en las obras regionales del disco Travesía, ya que no había partituras escritas para guitarra en La Pampa. Son diez obras pampeanas que incluyen, además, testimonios de varios artistas de la provincia y el CD remasterizado”, explicó Loza.

En el año 2019 libro se presentó el libro “Paulino Ortellado. Un guitarrero pampeano”. La compilación es del escritor Sergio De Matteo y la fotografía corresponde a Joaquín “Jimmy”Rodríguez.

“Nos pareció interesante recuperar la historia de Paulino Ortellado por el significado que tiene para la guitarra pampeana pero también para la guitarra universal, por la marca que ha quedado registrada por sus bordonas y el atractivo de sus afinaciones raras o del famoso ‘temple del diablo’ que son una serie de afinaciones abiertas que hacen sonar la guitarra de forma diferente. Muchos guitarristas se acercaron a La Pampa para aprender esas afinaciones que se las pasaron a Paulino Juan Guarda y el gran guitarrista de La Pampa Guillermo Mareque”, explicó De Matteo.

Falleció el 10 de Diciembre de 2012 en Santa Rosa, La Pampa.

Un día como hoy 10 de Diciembre de 2012 decidía dejarnos de este espacio, esta tierra, quien fue considerado el “Referente de la Guitarra Criolla, de la guitarra Paisana, de la Guitarra de La Pampa” Como dijera Carlos Loza, “Todo Paulino Ortellado es La Pampa”, su rostro, sus manos, su piel, la rusticidad de esas manos que fueron capaces de sacar las mas bellas melodías y lograr el silencio de los presentes en cualquier reunión. Aquel día, hace exactamente un año, las calandrias se callaron, las guitarras lloraron y ese ocaso pampeano, que tan bien supiera reflejar Fabián Muñoz, fue a la par, apagándose suavecito, recostándose el sol, como preparándole el lecho para que Don Paulino descansara. Con el paso del tiempo, aprendí que nuestros seres queridos no nos dejan nunca, solo pasan a otra dimensión, para esperarnos, guiarnos, acompañarnos. Máxime cuando ha logrado la trascendencia a través de su música. Aquella que sólo ejecutaba “porque le gustaba tocar la guitarra” rodeado de guitarristas internacionales, del mas alto nivel o entre amigos, familiares o músicos, asado mediante, con el mismo entusiasmo, con la misma humildad. Dice Don Atahualpa Yupanqui en “Adiós” Cuando derrame el verano toda su miel sobre el río, cuando el sol rejuvenezca con la risa de los niños, y el amor juegue sus juegos como el viento entre los pinos, y el campo encienda sus verdes yo ya estaré lejos, muy lejos por el camino…

María Inés Ortellado

Fuentes:

Escuchar el programa Salamancas y Caminos: “Paulino Ortellado y la arisca milonga de los desiertos”

Se fue Paulino Ortellado, maestro de la guitarra nota de Cacho Arenas

Compilado por Jimena Roldán

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2 Comments on “Paulino Ortellado, la Guitarra emblemática de La Pampa”

  1. No sera en vano lo que Paulino hizo desde su lugar, con la guitarra, saber hacer silencio a los demas para poder escucharlo, que empieza casi sin querer, como si nada, pero cuando sigue esa melidia se va acallando el gentio porque suena la guitarra de la pampa profunda, la que bien la interpreta porque con ella se identifica.

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