El Reloj Cu-Cú en la ciudad de Eduardo Castex es unas de las creaciones más lindas para ver en La Pampa.
Se encuentra en la plaza San Martín de la localidad y es considerado el más grande del mundo. Sus dimensiones (incluida la estructura) son de 7 metros de ancho por 5 metros de alto.
El autor de esta obra fue Carlos Galván, con quien colaboró su esposa, y lo donaron a la Municipalidad para ser instalado en la plaza, a la que siempre ha embellecido con su presencia, y que se ha convertido en uno de los símbolos donde los turistas que transitan por la ciudad hacen su parada obligada para fotografiarse junto a él.
Es una preciosa obra digna de ser visitada y sin nada qe envidiarle a otros relojes de este tipo. El inicio de su construcción tuvo lugar en los primeros años de la década del 70′, la misma se completa en el año 1977 agregándole al modelo original la fuente de agua.
El 12 de Febrero de 1977 – Se inaugura oficialmente el Reloj Cu-Cú en Eduardo Castex,
La iniciativa para su construcción, surge a principios de la década de 1970, por los jóvenes del grupo “Leo” que apadrinaba el “Club de Leones”, proyecto estimulado y orientado por el médico Federico Marcó y el intendente Felipe Martin.El diseño fue obra del artesano y relojero Carlos Galván y su esposa, ambos de Santa Rosa, La Pampa. Ellos también construyeron la maquinaria del reloj. La dirección del trabajo estuvo a cargo de Delta Ethel Garbarini.
La fachada y hojas de madera se realizaron en la carpintería de Miguel Bailo, en Eduardo Castex. El primer pájaro, fue pintado por Fulto Ranocchia (h). La obra se completó agregando al proyecto original, la fuente de agua.
La inauguración oficial del Cu-Cú, ocurrió bajo la gestión del intendente Edmundo Cinquina y coincidió con la XXII Fiesta Provincial del Trigo que desde 1956, organiza el Racing Club de Eduardo Castex.
En 1999, Dante Ravella, relojero instalado en Castex, reacondiciona el Cu-Cú, ya que por entonces su funcionamiento no era óptimo. La nueva máquina disponía de baterías, para evitar las interrupciones que causaban los cortes de energía. El reloj marcaba las horas y las medias a través del canto del pájaro, que podía escucharse a la distancia, mediante bocinas que se colocaron sobre el techo de tejas de la estructura.
Al paso del tiempo, nuevamente el sistema queda obsoleto y tras ser reparado por integrantes de una empresa cordobesa, que también tiene a su cargo el Cu-Cú de Carlos Paz (Córdoba), vuelve a entrar en funcionamiento el día 28 de Mayo de 2014, con nueva maquinaria que tiene sonido digitalizado y sistema de posicionamiento de hora de GPS. Además se cambió la esfera blanca del reloj por una negra y las hojas se pintaron de verde.
Recopilación Saúl Lopez